Un profesor que nunca había reprobado a sus estudiantes comentó en una de sus clases las razones del porque estaba demostrado que el SOCIALISMO NO FUNCIONABA. Algunos estudiantes de su clase pensaban que el socialismo era muy bueno, y el profesor solo lo decía porque no quería la igualdad total entre todos los estudiantes.
El profesor les propuso a sus alumnos hacer un experimento para implantar un sistema socialista en su clase. El experimento consistía en promediar las notas de todos los estudiantes y colocarles a todos la misma nota promedio (igualdad social), de forma que nadie reprobaría, pero nadie sacaría un 20.
Después del primer examen, las notas fueron promediadas y todos los estudiantes sacaron 14. Los estudiantes que se habían preparado muy bien estaban molestos y los estudiantes que estudiaron poco estaban contentos. Cuando presentaron el segundo examen, los alumnos que estudiaron poco ahora no estudiaron nada (para aprovecharse de los que más estudiaban), y los alumnos que habían estudiado duro decidieron no trabajar tan duro ya que no iban a lograr obtener un 20 por más que se esforzaran, por lo tanto estudiaron menos. El promedio del segundo examen fue 08 y nadie estuvo contento.
La cosa empeoró para el tercer examen, donde el promedio fue 05, TODOS REPROBARON este examen. Con el pasar del tiempo las notas solo empeoraban. Los estudiantes empezaron a pelear entre sí, culpándose entre ellos por las malas notas hasta llegar a insultos y resentimientos, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiara otro que no lo hacía.
Al principio del semestre todos pensaban que era imposible reprobar, y ahora que ha finalizado el semestre se dieron cuenta que TODA LA CLASE REPROBO. El profesor, que por primera vez en su carrera tuvo que reprobar a un estudiante, les preguntó si ahora entendían la razón del GRAN FRACASO DEL SOCIALISMO. Es fácil, simplemente se debe a que el ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando muy duro cuando la recompensa es muy atractiva y justifica el esfuerzo; pero cuando se quita ese incentivo, nadie va a hacer el sacrificio necesario para lograr la excelencia. Finalmente, el fracaso será general.
