EL Software Libre nació como defensa al acoso a los usuarios del software, proclamando por la libertad de expresión y de información. Actualmente, está tomando otra forma, ya que está enfocándose también hacia lo económico, y se está visualizando como estrategía empresarial.
Si lo vemos desde el punto de vista ético, el software es conocimiento y por ende debe poderse difundir sin inconveniente alguno. Además, que de esta manera, las modificaciones al software pueden venir dadas por cualquier persona interesada en el tema por lo que permite la libertad de expresión y la variabilidad de conocimientos, que en muchas ocasiones vendría siendo un beneficio ya que al ser de escrutinio público, se podría pensar en que se reducirían las posibilidad de errores. Este aspecto es apoyado por la Free Software Foundation (FSF)
Si lo vemos desde el punto de vista pragmático, como lo hace notar la filosofía del Open Source, que parte de la premisa de que al compartir el código, el programa resultante tiende a ser de calidad superior al software propietario, como hacía mención en el párrafo anterior. Por otra parte, si el software no puede compartirse, podemos decir que es un comportamiento que va en contra de la ética dado que prohibir compartir entre seres humanos va en contra de las leyes naturales.
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